AUTOR: Francisco de Goya
TÉCNICA: Óleo sobre lienzo
MEDIDAS: 97 x 190 cm
FECHA: 1790-1800
UBICACIÓN ACTUAL: Museo del Prado
En esta pintura se retrata de cuerpo entero a una hermosa mujer recostada plácidamente en un lecho y mirando directamente al observador. La maja posee una piel tersa y aporcelanada, casi de esmalte. La habitación en la que ella se encuentra parece en penumbras; sin embargo, la maja da la impresión de irradiar luz.
Pictóricamente, es una obra en la que destacan los tonos verdes, en contraste con los blancos y los rosas. La pincelada no es tan larga como acostumbra el artista, a excepción de los volantes de los almohadones, mientras que la figura, situada en primer plano, está realizada con mayor minuciosidad
El contraste más claro en este cuadro se da entre la mujer y su espacio: mientras que hay una gama cromática fría en la habitación (con excepción del lecho), la luminosidad que caracteriza a la mujer hace que nuestra atención se centre en ella. Su figura irradia sensualidad; su postura y mirada sugieren, atraen.
Cabe aclarar que esta es la primera pintura conocida de toda la Historia del arte en que se pinta el vello púbico femenino.También destaca el hecho de que Goya se aleja de sus antecesores al mostrar un ideal de belleza femenino al desnudo basado en una persona y no en una deidad.
Este cuadro formó pareja con La maja vestida (1802-1805), que retrata a la misma figura femenina, en la misma pose y con igual sugerencia en la mirada, pero con ropa.
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