viernes, 10 de septiembre de 2010

GRANDES DIRECTORES: ANDREI TARKOVSKI (1932-1986).


Este director ruso, nacido en la localidad de Zavrazhe, Ivánono, se caracterizó por grandes filmes de delicada poesía. Su padre fue el reconocido poeta Arseni Tarkovski. En su juventud, Andrei estudió música, pintura y escultura, además de aprender lenguas orientales antes de que su interés recayera en el cine; también trabajó como geólogo por un tiempo en Siberia. Se inscribió en la aclamada Escuela de Cine VGIK (Instituto Estatal de Cinematografía de todas las Rusias), bajo la enseñanza de Mijaíl Romm;. Al tiempo que estudiaba cine también aprendía a tocar violín. De hecho, el filme con el cual obtuvo la graduación es: La aplanadora y el violín.
Su primer largometraje, La infancia de Iván (1962), ganó el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia. El filme narra cómo Iván, un niño ruso, se embarca en una complicada misión contra los nazis. Una historia que conmueve y horroriza gracias a un guión estupendo, su atmósfera de desolación y una adusta actuación del protagonista, un niño cuyas circunstancias lo han obligado a crecer antes de la cuenta.


Sin embargo, pronto Tarkovski cayó bajo la estricta vigilancia de las autoridades rusas, que temían que sus siguientes filmes no siguiesen los alineamientos del Partido Comunista  y mostrasen el otro rostro de la Unión Soviética. Como resultado de esa vigilancia, el siguiente filme de Tarkovski, Andréi Rubliov (1966), fue prohibido hasta 1971. La cinta tomaba de pretexto la vida del pintor ruso Andrei Rubliov, para mostrarnos la vida política, social y artística de la Rusia del siglo XV. El filme dura 182 minutos.
Andréi Rubliov fue exhibida a las cuatro de la mañana del último día en el Festival de Cine de Cannes, Francia, por orden expresa de las autoridades rusas con el fin de evitar cualquier posible nominación a los premios (de hecho, no ganó ninguno) y fue distribuida parcialmente para salvaguardar las apariencias.
Su siguiente filme, Solaris (1972), fue pronto aclamada en el Este y considerada por muchos como la respuesta soviética a la película 2001: Una odisea del espacio, del director estadounidense Stanley Kubrick, aunque Tarkovski siempre afirmó que no la había visto. En esta película, un científico es enviado a una estación espacial de un misterioso planeta para develar la extraña muerte de un doctor.


El filme no se alejaba de los tópicos de la ciencia ficción, pero sírvió de pretexto a Tarkovski para tratar los temas que le interesaban: la memoria, la culpa, la identidad, las complejas relaciones humanas.
En 1975, Tarkovski tuvo un problema con las autoridades, que por poco le costó la cárcel, a raíz de su película: El espejo, una densa y autobiográfica película con una radical e innovadora estructura narrativa, una continua dislación temporal.
Su siguiente película, de ciencia ficción, Stalker (1979), tuvo que ser filmada de nuevo, con una dramática disminución económica en la producción, después de que un accidente en el laboratorio destruyese totalmente la primera versión filmada. La cinta narra el viaje de tres hombres a través de un lugar post-apocalíptico conocido como "La Zona" donde buscan una habitación que tiene la capacidad de cumplir los más recónditos deseos de una persona. Al igual que Solaris, esta cinta parte de la ciencia ficción para alcanzar dimensiones universales en su análisis de la condición humana.
Nostalgia (1983), filmada en Italia, fue su última película realizada bajo la estricta vigilancia de la Unión Soviética, ya que poco después de su filmación Tarkovski huyó con su esposa a Suecia, cansado de las maniobras represivas de las autoridades hacia su obra cinematográfica. En la película, un poeta ruso que recorre Italia investiga las vivencias de un compositor del siglo XVI. La memoria y el deseo vuelven a ser los temas centrales de este filme.
Su última filme, Sacrificio (1986), fue filmado en Suecia con la ayuda de los colaboradores habituales del cineasta sueco Ingmar Bergman. Se trata de una crítica a la pérdida de espiritualidad en el mundo contemporáneo.


El filme ganó cuatro premios en el Festival de Cine de Cannes, un hecho sin precedentes en la historia del cine ruso. Sin embargo, en esos meses Andréi Tarkovski estaba sufriendo los estragos del cáncer y le fue imposible asistir a recoger el Premio Especial del Jurado que obtuvo esta película, y fue su hijo Andriushka quien lo recogió ante un aplauso general que se prolongó durante varios minutos.
Andréi Tarkovski, a la edad de 54 años,  murió de cáncer pulmonar el 29 de diciembre de 1986, en París. Fue enterrado en un cementerio para inmigrantes rusos en Francia en el pueblo de Sainte-Geneviève-des-Bois, en Isla de Francia.

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