El aye-aye (Daubentonia madagascarensis, antes Chiromys madagascarensis) es un primate estrepsirrino endémico de Madagascar, emparentado con los lemures. Los adultos alcanzan una longitud de 40 centímetros. Su cola llega a medir hasta 60 cms; pesa de dos a tres kilos y puede vivir hasta 23 años. Además de sus amplias orejas, en su cabeza destacan también sus ojos, grandes y amarillos.
Este animal posee una dentadura de roedor: carece de caninos y tiene un hueco (diastema) entre los incisivos y los premolares. Además, posee un dedo medio, largo y delgado, que le resulta de gran utilidad en la búsqueda de larvas. También utiliza este dedo para peinarse el pelaje y para limpiarse la cara y las orejas.
Los aye-ayes son animales arborícolas de hábitos nocturnos. Se alimentan de larvas de insectos que encuentran bajo la corteza de los árboles, localizándolas mediante golpes rítmicos sobre la corteza. Su dieta es completada a veces con la ingesta de algunas hojas y frutos.
Los aye-ayes hembras paren una sola cría, la cual llevan sobre su espalda durante los primeros meses.
El hábitat del aye-aye lo constituye la selva tropical que cubre el este de Madagascar, donde se localiza en la parte más alta de los árboles. La destrucción de la selva ha empujado al aye-aye al borde de la extinción. De hecho, se pensó durante un tiempo que había desaparecido, hasta que se le redescubrió en 1961. Desde entonces el gobierno de Madagascar ha tomado distintas medidas con el fin de protegerlo.
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