El Día de Muertos es una celebración mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre. Esta tradición se basa en la creencia de que en esta época del año las almas de los muertos pueden visitar a sus parientes de este mundo.
Los mexicas conmemoraban esta festividad en los meses de julio y agosto, y las celebraciones duraban 20 días y un mes, respectivamente. La celebración de los difuntos niños se llamaba "Miccailhuitontli" y la de los adultos "Xocohuetzi".
Para los antiguos mexicanos no existían conceptos tales como "cielo" e "infierno". Según sus creencias, los lugares a donde iban las almas de los difuntos no depedían de sus actos morales. El inframundo no era considerado como un lugar de castigos y sufrimiento.
Con la Conquista, los españoles impusieron su propia celebración de día de muertos: el Día de Todos los Santos. Al convertir a los nativos del nuevo mundo se dio lugar a un sincretismo entre las tradiciones europeas y prehispánicas.
Actualmente, en México y en algunos países de Centroamérica, el día de muertos continúa celebrándose cada año. Cabe precisar que el 1 y 2 de noviembre son dos días bien diferenciados en las festividades. El 1 es el día en que regresan las almas de los niños y el 2 las almas de los adultos. Para ambos días los pueblos y ciudades preparan una serie de objetos que forman parte del ritual de todos los noviembres. En primer lugar están las calaveras, que se ven representadas tanto en artesanías como en los platos de la víspera. También existen máscaras con forma de cráneo y calaveras a las que se les inscriben en la frente el nombre de los difuntos o de gente viva como una broma. Se montan los altares en honor de los difuntos. La comida es por lo general dulce y la parte más esperada para los niños a los que se convida con todo tipo de golosinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario