lunes, 2 de agosto de 2010

OBRAS MAESTRAS DE LA PINTURA: LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA


AUTOR: Salvador Dalí (1904-1989)
TÉCNICA: Óleo sobre lienzo
MEDIDAS: 24 x 33 cm
FECHA: 1931
UBICACIÓN ACTUAL: Museo de Arte Moderno de Nueva York

Pintura surrealista de Dalí. En el cuadro aparece la bahía de Port Lligat al amanecer. Como fondo, se observan el mar y una pequeña formación rocosa a la derecha. Hay cuatro relojes de bolsillo: uno  "normal" y tres blandos, deformados. Uno de los relojes cuelga en equilibrio de la rama de un árbol. Más abajo, en el centro del cuadro, otro se acopla a modo de montura sobre una cara híbrida, parte humana y parte ave, que parece dormir (su ojo está cerrado). El tercer reloj blando está a punto de deslizarse por un muro; sobre este reloj hay una mosca y sobre el reloj más pequeño, el que no se encuentra derretido, situado sobre el muro, hay una gran cantidad de hormigas.
Los objetos están representados con exactitud y detallismo, pero sus dimensiones no son reales y están deformados. El cuadro está dividido en dos partes no simétricas: una envuelta en tinieblas, en primer término, con un foco de luz a la derecha que ilumina suavemente los objetos; y la otra, fuertemente iluminada, al fondo, con una luz muy blanca, irreal. Predominan los tonos frios (azules, grises, blancos), que contrastan con los cálidos (ocres, marrones y amarillos).
Domina la línea horizontal del mar al fondo, remarcada por la luz, que divide el cuadro en dos mitades desiguales pero armoniosas. Se complementa con la horizontal de la rama seca del árbol, que con su tronco marca a la izquierda una vertical que equilibra la composición. Como elementos dinámicos, el pintor utiliza las líneas diagonales (mesa, cabeza) y las curvas (relojes, cabeza). El color contribuye a lograr estos efectos, ya que los tonos cálidos nos acercan las formas, mientras que los frios las alejan. La perspectiva tradicional existe, pero el espacio parece extraño. El punto de vista del espectador es alto, aunque no en todos los objetos.
El tema hace alusión a la memoria y no al tiempo, por lo que quizás Dalí buscaba establecer la relación entre una y otro, demostrando que la memoria puede deformarse, irse escabullendo (como el reloj que va a deslizarse por el muro), pero persiste. Quizás no sea exacta, así como los relojes del cuadro que marcan diversas horas (aunque siempre se encuentran alrededor de las seis), pero busca persistir, aunque sea en el sueño, en el paisaje onírico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MOLA