jueves, 7 de octubre de 2010

INSTRUMENTOS DE TORTURA: EL CINTURÓN DE SAN ERASMO


Consiste en un collar, cinturón o brazalete provisto de pinchos en la cara interior. Una vez que se le coloca al reo este instrumento, cada pequeño movimiento (incluida la respiración) provoca heridas en la carne. El proceso de tortura es progresivo: en primer lugar, un dolor lacerante. Posteriormente se produce la infección, tras la cual se llega a la putrefacción y tras ésta, una gangrena que normalmente causa la muerte.
Su nombre hace referencia a la leyenda de San Erasmo de Formia, quien fue un eremita de las montañas libanesas y un mártir sacrificado durante las persecuciones del emperador bizantino Diocleciano y de su sucesor Maximiano Hercule. Supuestamente, San Erasmo fue capturado en diversas ocasiones y sometido a diferentes torturas: golpes, fosas con serpientes y gusanos, baños en agua hirviendo, mutilaciones (le arrancaron dientes y ojos), hogueras, etc. Finalmente, su estómago fue partido en dos, causándole la muerte, y sus intestinos fueron enrollados alrededor de un cabrestante.
Una de estas torturas (y probablemente la que originó el nombre de este instrumento) consistió en  meter al santo en un tonel claveteado con pinchos y lanzarlo desde lo alto de una montaña, haciéndolo rodar.

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