La actriz Natalie Wood es considerada una de las estrellas más importantes del Hollywood de su época: con tan sólo 9 años, participó en El fantasma y la señora Muir y protagonizó Milagro en la calle 34 (ambas de 1947); ella no sólo sobrevivió a la dura transición que supone la adolescencia para los niños actores, sino que su talento resuló ser tal que fue nominada al Oscar en tres ocasiones: por sus papeles en Rebelde sin causa (1955), al lado del extinto James Dean; Esplendor en la hierba (1961), cinta romántica dirigida por el controvertido Elia Kazan; y Amores con un extraño (1963), co-protagonizada por el popular Steve McQueen. Además, dentro de su filmografía aparece un musical muy exitoso: West side story (1961), filme ganador de diez Oscar, entre ellos, el de mejor película. Su carrera era el sueño de toda estrella: popularidad y talento.
No obstante, su vida personal distaba de este idilio con el cine: Wood estuvo casada en dos ocasiones con el actor Robert Wagner (1957-1962 y 1972-1981, año en que murió la actriz). La relación entre ambos era de amor-odio, lo que representó la comidilla de la prensa, aspecto que dificultaba más la ya difícil relación de la pareja.
El 29 de noviembre de 1981, el matrimonio decidió pasar el fin de semana en la isla de Catalina en California, por lo que viajaron en su yate Splendour (nombrado así en honor a la película protagonizada por Wood). Invitaron al actor Cristopher Walken (co-protagonista de la que sería la útima cinta de la actriz: Brainstorm), de quien se dice Natalie estaba enamorada. Los tres, después de cenar en un restaurante, se dirigieron al yate para pasar allí la noche. Los dos actores se dedicaron a beber mientras que la actriz se retiró a su camarote. Horas más tarde, Wagner se dio cuenta de que ni su esposa ni el bote salvavidas se encontraban en el yate, por lo que supuso que había salido a tomar un paseo.
Al día siguiente, el cuerpo de Natalie Wood se encontró flotando en las aguas del Pacífico; había muerto ahogada. Únicamente traía puesto un camisón.
La versión oficial es que la actriz de 43 años se despertó durante la noche, caminó a cubierta y, al ver que el bote salvavidas se había desatado durante la noche, intentó volver a anudarlo, sólo que resbaló y cayó al mar. Sin embargo, esta teoría contrasta con un aspecto fundamental del carácter de Natalie: ella padecía pánico al agua. Si su fobia era tan grande como lo afirman sus familiares, hubiera sido lógico que llamara a alguien para realizar esta labor. Además, queda la duda de por qué Wagner esperó hasta las cinco de la mañana para reportar la desaparición de su esposa.
Lo cierto es que a casi tres décadas de su muerte, esta muerte no se ha olvidado: el año pasado, el capitán del yate, Dennis Davern, escribió junto a su amigo Marti Rulli el libro Goodbye Natalie, Goodbye Splendour, en donde revela que el matrimonio protagonizó una fuerte pelea en su camarote que después continuó en la cubierta.
A principios de este año, Lana Wood, hermana de la actriz, pidió que se reabra el caso. Tal vez el misterio llegue a aclararse.
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