viernes, 11 de junio de 2010

SUDÁFRICA Y EL APARTHEID


Hoy comienza el mundial de futbol y yo no soy un fanático de ese deporte (ni de ningún otro, por cierto), así es que prefiero tocar el otro tema por el cual es conocido ese país africano: el apartheid.
Sudáfrica fue colonia de varios países europeos: primero estuvieron los portugueses (quienes le pusieron el nombre de "Cabo de buena esperanza"), después los holandeses y finalmente los ingleses se establecieron en dicho país. En 1947, el Partido Nacionalista llegó al poder, instaurando una política a la cual llamaría apartheid (que quiere decir "separación" en afrikaanses, lengua hablada en esa nación).
El apartheid establecía la separación entre habitantes de raza blanca (una minoría) y ciudadanos de raza negra (quienes representaban más del 80% de la población): los negros no podían aspirar a puestos públicos ni a abrir negocios propios; carecían del derecho a votar y de ciertos servicios, tales como la electricidad y el agua potable. Además, la educación superior les estaba prohibida.
Asimismo, el país se encontraba dividido en cuanto a territorio: había zonas habitacionales exclusivas para blancos y otras para negros; hospitales para blancos y centros de salud para negros, etc. Incluso los edificios donde las dos razas podían tener acceso se distinguían por entradas diferentes a los miembros de cada grupo racial.
Esta política se basó en la idea de que los negros que vivían en el país no eran autóctonos, sino que procedían de otras naciones y por tanto no podían ser considerados ciudadanos sudafricanos. Obviamente, la reacción de miembros de la raza segregada no se hizo esperar y comenzó un movimiento de resistencia a partir de 1955. En dicho movimiento hizo su aparición una figura que adquiriría notoriedad con el paso del tiempo: Nelson Mandela.

En 1963, tras varias manifestaciones en contra de la política oficial, el gobierno decidió detener a varias personas sin mediar órdenes de aprehensión, lo que generó la radicalización de los opositores, llevándolos a crear grupos armados que realizaban actos de sabotaje. En julio de ese mismo año, varios dirigentes políticos fueron arrestados y sentenciados a cadena perpetua, entre ellos se encontraba el mismo Mandela.
La ONU condenó estos hechos y se aplicaron sanciones económicas a Sudáfrica; no obstante, la política segregacionista continuó. La oposición al apartheid creció dentro y fuera del país: comenzaron movimientos estudiantiles, presiones internacionales e incluso se creó un partido político conformado por blancos que se oponían a la política oficial: el Partido Progresista.
En febrero de 1989, el presidente Botha tuvo que dejar su puesto debido a un ataque de apoplejía. Frederik de Klerk, encargado de asuntos exteriores, fue designado como su sustituto. Al poco tiempo, el nuevo presidente anunció la progresiva desaparición de las políticas segregacionistas.
El 11 de febrero de 1990, tras pasar 27 años en prisión, Nelson Mandela fue liberado. Posteriormente, fue electo como presidente de Sudáfrica, cargo que desempeñó desde 1994 hasta 1999.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a Dios que se acabó esa estupidez del "Apartheir"
ahora el mundo ya vive con esperanza de un mundo mejor.

Anónimo dijo...

El aparthei no fue una estupidez, fue un mal grave para esa sociedad y para el mundo, y lamentablemente aún persiste en forma encubierta en la actualidad.

francisco cañero dijo...

Los hombres y mujeres serán libres cuando exista el respecto y la fraternidad por diferentes ideas o pensamientos