domingo, 6 de junio de 2010

DE BIOGRAFÍAS INSÓLITAS: HORACIO QUIROGA (1878-1937)


Cuentista uruguayo cuya vida fue marcada por la tragedia. Escribió narraciones muy famosas que ejercieron influencia en varios escritores del Boom latinamericano, entre ellos Gabriel García Márquez.
Su brillante obra literaria se observa como reflejo de su existencia, en la cual la muerte, la selva y la ironía, causaron crueles estragos: al poco tiempo de haber cumplido Horacio dos meses de vida, su padre, visecónsul argentino, se disparó accidentalmente con una escopeta, provocándole la muerte. Su madre contrajo segundas nupcias; en 1891, Ascenso Bargo, el padrastro de Quiroga, se suicidó con una escopeta.
En 1901, al enterarse Horacio que su amigo Federico Ferrando se batiría en duelo con el periodista Germán Papini Zas, se ofreció a revisar y limpiar el revólver que su amigo utilizaría en la contienda. Mientras lo hacía, se le escapó un tiro que hizo impacto en la boca de Federico, matándolo.
En 1906 comenzó a impartir clases de Castellano y Literatura. Al poco tiempo, se enamoró de una de sus alumnas, la adolescente Ana María Cires; a ella le dedicó su primera novela Historia de un amor turbio. Tras la insistencia tan enérgica de Horacio, los padres de la chica aceptaron el matrimonio del escritor con su hija, no sin cierto recelo. De este matrimonio nacerían unas niña, Eglé Quiroga en 1911, y un niño, Darío Quiroga en 1912. La pasión por la selva que el narrador uruguayo había adquirido lo llevó a poner en peligro la vida de sus hijos en más de una ocasión, pues vivían en un ambiente peligroso en la provincia de Misiones, sobre la orilla del Alto Paraná. La esposa nunca pudo adaptarse a la selva y, ante la negativa de Quiroga de dejarla ir, después de una violenta discusión, ella se suicidó con cianuro en 1915.
Contrajo segundas nupcias con una amiga de su hija, en 1927. De esta relación nace su hija María Elena, apodada "Pitoca", en 1928. Años después, sería abandonado por su mujer. En 1937, hospitalizado en Buenos Aires, se le detectó cáncer de próstata, razón que lo llevaría al suicidio el 19 de febrero de ese mismo año, mediante la ingestión de cianuro.
La ola de tragedias no terminaría con su muerte: en 1938, su mejor amigo, el escritor argentino Leopoldo Lugones, se suicida al ingerir una mezcla de cianuro y whisky. Ese mismo año, su amiga la también escritora Alfonsina Storni se suicidó en Mar del Plata, arrojándose de la escollera del Club Argentino de Mujeres. En 1939, se suicida Eglé Quiroga. Años después, Darío Quiroga haría lo mismo.
Maestro del cuento breve, Quiroga escribió grandes libros, entre los que destacan: Cuentos de amor, locura y muerte (a mi gusto, los mejores textos de este volumen son "El almohadón de plumas", "La gallina degollada" y "La miel silvestre"), el libro para niños Cuentos de la selva y la novela Anaconda (nada que ver con la horrible película de Jenifer López).

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