martes, 27 de julio de 2010

OBRAS MAESTRAS DE LA PINTURA: LA GIOCONDA


AUTOR: Leonardo da Vinci (1452-1519)
TÉCNICA: Óleo sobre tabla de álamo
MEDIDAS: 77 x 53 cm
FECHA: Entre 1503 y 1506
UBICACIÓN ACTUAL: Museo de Louvre en París, Francia

Se trata probablemente de la pintura más conocida de la Historia del arte. Su complejidad resulta extraordinaria, más aún si se toma en cuenta que es un retrato. En apariencia, la obra puede ser descrita de forma simple: se trata de una mujer mirando al frente con los brazos apoyados en el vientre. De fondo, se observa un paisaje agreste, salvaje.
Pero cuando uno analiza la obra a más profundidad, diversos aspectos salen a relucir. Quizás el más famoso hace referencia a la sonrisa de La Gioconda: si se mira la boca, se puede apreciar un gesto neutral, en cambio, se observamos cualquier otra parte del cuadro, hace acto de presencia su sonrisa enigmática.
Esta impresión probablemente se debe a la técnica que Leonardo empleó para pintar el cuadro: el sfumato. Esta técnica logra un efecto vaporoso a través de la superposición de varias capas de pintura en extremo delicadas. Así, puede generar una sensación de vaguedad y lejanía a través de contornos imprecisos. Al sfumato también se debe el paisaje de fondo que parece desaparecer en un degradado invisible.
Pero la ambigüedad del rostro acompaña también a la indefinición sexual de La Gioconda. Tradicionalmente, se ha afirmado que la modelo era Lisa Gherardini (de allí el otro nombre con el cual la pintura es conocida: Mona Lisa), esposa de Francesco del Giocondo, y que el retrato fue un encargo de su marido. No obstante, a lo largo de la historia han surgido numerosas hipótesis acerca de la identidad de la modelo; algunas, incluso, afirman que la persona era en realidad un hombre (un joven amante de Leonardo o el artista mismo). Esto se debe, precisamente, al carácter andrógino que parece impregnar todos los matices del retrato y que Freud llegaría a describir como "una preocupante masculinidad".
Otro aspecto que llama la atención y ha generado diversas teorías, es la posición de las manos. Éstas cubren el vientre, generando la impresión de que la modelo se encuentra embarazada, aspecto que no tendría por sí mismo nada de particular si no se apreciera también la ausencia de una argolla en su dedo.
El cuadro fue robado del Louvre el 21 de agosto de 1911, por el carpintero Vincenzo Perugia y se recuperó dos años después, cuando el ladrón fue arrestado. Actualmente, se encuentra en exhibición bajo un panel blindado.

1 comentario:

Neófito dijo...

Muy interesante, da mucho de que hablar la Gioconda. Saludos!