UBICACIÓN: abarca de la Calzada Independencia a la Calzada del Ejército, y de la Plaza de la Bandera por el oriente; de la Avenida Revolución por el norte a la calzada 5 de febrero, en el sur en la avenida 5 de febrero y la calle de los Ángeles.
Es conocido por ser el primer barrio de Guadalajara. Su nombre significa “al otro lado del río”, ya que al momento de su fundación el río de San Juan de Dios lo separaba de la ciudad. Se fundó en 1542 con la intención de congregar a los distintos grupos indígenas que se encontraban dispersos.
Destacan dos templos: San José de Analco y San Sebastián de Analco. La construcción del primero data de 1543. Su fachada se compone de dos cuerpos rematados en un ático. El interior es un conjunto perteneciente al tipo basilical romano (sumamente adornado con oro) tomando en cuenta su nave central y sus dos laterales. Cuenta con una Capilla dedicada a Nuestra Señora de la Salud. El altar mayor es de cantera con tríptico de dos cuerpos.
El templo de San Sebastián de Analco originalmente era una ermita, pero fue sufriendo modificaciones a tal punto que la construcción original fue convertida a manera de nave central flanqueada por dos capillas: la primera es la de Nuestra Señora de Guadalupe y la segunda es conocida como Capilla de El Calvario. En el jardín adjunto se encuentran dos esculturas en bronce de héroes indígenas: una representa a Cuauhtémoc y la otra al guerrero Tenamaztli, caudillo de la tribu cazcana que combatió a los invasores españoles
A un costado del templo de San Sebastián se encuentra el centro cultural conocido como Patio de los Ángeles. El patio es de forma cuadrada, limitado por ocho arcos de medio punto en cantera, ricamente decorados en el extradós e intradós con relieves de flores y hojas, sostenidos por columnas estriadas de capitel jónico, en un corredor lateral se encuentra una pequeña portada de cantera flanqueada por pilastras tableradas y con clave en forma de arco, mostrando ramos en relieve. Cuenta con un foro para 200 personas. Es llamado de los Ángeles porque según la tradición, los operarios constructores nunca acudieron a cobrar sus sueldos, suponiendo que no fueron hombres, sino ángeles.
En 1833, se erigió el “Panteón de los Ángeles” el cual estuvo en funcionamiento durante casi un siglo, hasta que el entonces gobernador Zuno mandó construir en ese lugar el Estadio Municipal. No obstante, al finalizar la década de los cuarenta, la ciudad tenía problemas de vialidad debido a la dispersión de terminales de camiones foráneos, por lo que se decidió la construcción de lo que hoy conocemos como la “antigua central camionera”, la cual fue inaugurada en 1955 por el gobernador Agustín Yáñez.
En 1992, este barrio fue uno de los más castigados por las explosiones del 22 de abril.
Finalmente, cabe destacar la importancia del jardín de Analco como lugar de paseo y esparcimiento para todos los vecinos de la zona.
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