domingo, 30 de mayo de 2010

RESEÑA DEL LIBRO SI UNA NOCHE DE INVIERNO UN VIAJERO…


Un lector ha comprado la nueva novela de Italo Calvino titulada Si una noche de invierno un viajero… así es como empieza el libro en cuestión. En esta novela, el Lector (convertido en personaje) comienza a leer la obra de Calvino, pero por problemas de edición el texto se encuentra incompleto, por lo que comenzará una aventura que lo hará recorrer diversos escenarios para poder terminar la novela. En su camino se encontrará con más textos, todos ellos igual de apasionantes que el primero… y todos inconclusos.
Esta es la premisa de la que parte Calvino para hacernos partícipes de uno de los textos más palpitantes de la literatura italiana del siglo XX. Se trata de una travesía metaliteraria (es decir, literatura que habla de literatura o literatura dentro de la literatura), donde somos testigos de diez comienzos de novela completamente diferentes: hay una novela de sospechas y confusión, una de sensaciones, una introspectiva y simbólica, una revolucionaria existencial, una cínico-brutal, una de manías obsesivas, una lógica-geométrica, una erótico-perversa, una telúrico-primordial y una apocalíptica alegórica. Todas están narradas en primera persona, en todas el narrador trata de plasmar lo que busca producir en el lector, hablándole directamente a éste.
Paralelo a los inicios de novelas (todos llevan un título diferente) corre la historia del Lector, la única novela que tiene, además de un comienzo, un nudo, un clímax y un desenlace. Esta trama resulta igual de emocionante que los textos que el personaje lee, pero además sirve para reflexionar acerca de la relación que existe entre lector y libro.
Quizás lo anteriormente expuesto genere la idea de que la novela de Calvino es un texto difícil de abordar o incomprensible para el lector promedio; nada más alejado de la realidad. Uno de los mayores méritos del libro reside en la sencillez de su lenguaje y en el interés que la narración genera en el lector. Tal vez el escritor italiano trate ideas complejas, pero lo hace a partir de exposiciones simples y jamás olvida la función de esparcimiento que el texto literario debe cumplir.
Es precisamente la unión de profundidad y entretenimiento lo que convierte a Si una noche de invierno un viajero… en un libro indispensable para todos aquellos que amamos la literatura.

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