lunes, 17 de enero de 2011

DE ASESINOS SERIALES: HENRY LEE LUCAS (1936-2001)


Tal vez Henry Lee Lucas no sea en realidad "el mayor asesino serial de los Estados Unidos"como normalmente se le apoda; de hecho, existe la posibilidad de que no haya matado a más de dos personas. No obstante, su fama y su sórdida vida es suficiente para incluirlo en este apartado.
Nacido en el seno de una familia desestructurada, Henry era el mayor de siete hermanos. Su madre, Viola Lucas, ejercía la prostitución, y su padre, Anderson Lucas, era alcohólico y discapacitado.
Al ser un niño no deseado, Henry era golpeado frecuentemente por su madre, quien además le vestía como a una niña y lo forzaba a verla mientras tenía relaciones con sus clientes. Sus primeras experiencias sexuales, aproximadamente a los 13 años, fueron con animales: acostumbraba degollar perros y ovejas para después tener sexo con sus cadáveres.
Tras la muerte de su padre (quien también era víctima de los abusos de Viola), Henry abandonó su casa e inició una prolífica carrera delictiva con pequeños robos. En 1954, fue arrestado por una serie de robos y encarcelado en Richmond Virginia; recibió sentencia de seis años, pero el 14 de Septiembre de 1957 se escapó para huir a casa de una hermana en Tecumseh, Michigan. Tres meses después, fue capturado y regresado a Virginia donde intentó escaparse de nuevo. Finalmente, fue liberado un año antes de cumplir la sentencia inicialmente marcada. Otra vez fue a establecerse con la hermana de Tecumseh.
La madre de Lucas le telefoneaba constantemente para insistir en que regresara con ella a Virginia. Ante las negativas del joven, la señora decidió ir a Michigan para tratar el asunto de manera mas personal. La noche del 11 de Enero de 1960, tras una fuerte discusión con su madre, Lucas terminó cortándole el cuello con una navaja y luego tuvo sexo con su cadáver.
Fue sentenciado por asesinato en segundo grado. Cumplió sentencia en el centro penitenciario de Jackson en Michigan. Ahí un trabajador social de la prisión diagnosticó que Lucas era un sujeto inadaptado, asaltado constantemente por sentimientos de inferioridad e inseguridad. Después de dos intentos fallidos de suicidio fue transferido a una institución siquiátrica donde recibió libertad condicional tras diez años de confinamiento.
Ottis Toole
Sin embargo, Henry no tardó muchos en regresar a prisión, esta vez por intento de secuestro contra dos muchachas adolescentes, por lo que permaneció encerrado hasta 1975.
Tras alcanzar su libertad, Lucas empezó a vagar con su coche por América. Así, encontró al que iba a ser su inseparable amigo: Ottis Elwood Toole, homosexual con un pasado tan turbio como el de Henry: abandonado por su padre, la formación de Ottis corrió a cargo de su madre, una fanática religiosa, y su abuela, quien pertenecía a un culto satánico. Su hermana acostumbraba vestirlo de mujer. Ella y un vecino gay iniciaron a Ottis en las relaciones sexuales. A los 14 años, inició su prolífica carrera de pirómano, incendiando casas y terrenos deshabitados. Cometió varios robos y acabó en el reformatorio. Entró y salió varias veces más de la cárcel por diversos motivos.
En 1978, Henry Lee Lucas pasaba por Jacksonville y en una cocina popular compartió la cena con Toole que en esa época era travesti de medio tiempo. Entre ellos hubo una química inigualable y al instante se convirtieron en amigos. Toole declararía que inclusive fueron amantes.
Aquí es donde empieza la imagen mítica de estos dos asesinos. Según las declaraciones iniciales de Henry, la autopista I-35, que cruzaba todo el país, se convirtió en su particular coto de caza: sabían congeniar con las personas y cuando se ganaban la confianza de alguien, lo asesinaban, abusaban sexualmente de su cadáver y, finalmente, lo descuartizaban. Nunca mataban a dos personas en el mismo sitio y solían repartir los miembros por todo el país, lo que hizo muy difícil a la policía la reconstrucción de los casos.
A Henry le gustaba asesinar a mujeres de ojos y senos grandes. Primero fornicaba con ellas, se quedaba insatisfecho, las acuchillaba o retorcía el cuello y luego las volvía a penetrar. Ottis, por su parte, prefería violar hombres, obtener placer sexual y luego matarles a tiros.
A principios de 1980, la pareja se fue a vivir a casa de Ottis, al lado de la mamá de éste y una sobrina llamada Frieda Powell a quien siempre llamaban Becky, una joven con retraso mental moderado y baja autoestima. Un fuerte lazo se formó entre Henry y la preadolescente, por lo que él comenzó a presentarla como su "novia oficial". Tras la muerte de la madre de Otis, acaecida en 1981, los amigos se separan: Toole se marcha por su cuenta, mientras que Lucas y Becky parte hacia el oeste.
En Ringgold, Texas, la pareja se relacionó con una anciana llamada Kate Rich y se van a vivir a su casa. Pero la familia de la octogenaria pronto se irritó ante la presencia de los vagabundos y los echó de nuevo a la calle.
Becky
Henry y su novia se establecieron en una granja de predicadores denominada House of Prayer. Vivieron allí hasta que Becky sintió nostalgia de su hogar, y pidió a Henry que fueran a Florida a ver a su familia. La idea no gustó al asesino, pero finalmente acabó cediendo. Iniciaron el viaje en auto-stop hasta que tuvieron una discusión en medio de la carretera. Henry zanjó el asunto clavándole un cuchillo en el corazón, y seguidamente fornicó con el cadáver. A la mañana siguiente, Lucas regresó a la granja hecho un mar de lágrimas y contó que Becky se había subido a un camión y lo había abandonado.
Un mes después, Kate Rich también desapareció. Las investigaciones se centraron en la figura de Lucas, pero el asesino pasó la prueba del polígrafo, por lo que fue liberado. Sin embargo, en junio de 1983 fue arrestado por el cargo de posesión de armas  y puesto en custodia en la cárcel del condado de Montague. Tras cinco días, confesó haber convencido a la anciana de que lo acompañara a buscar a Becky. En el camino, apuñaló a la mujer y tuvo sexo con el cadáver. Tras esto, utilizó el incinerador de House of prayer para deshacerse del cuerpo.
Después de narrar el "crimen" (posteriormente, Henry afirmaría haber mentido en su declaración), Lucas también confesó el asesinato de Becky y condujo a la policía al lugar donde se encontraban sus restos. Pero el asunto no terminó allí, pues también confesó una docena de asesinatos en los que no era sospechoso. Y después continuó confesando...
Ottis también fue arrestado por pirómano y confesó haber acompañado a Henry en muchas de sus matanzas. Entre los dos se hicieron responsables de más de novecientas muertes, aunque la policía sólo dio crédito a unas trescientas.
El problema con estas confesiones es la forma en que se dieron: Lucas fue interrogado insistentemente hasta que admitió sus crímenes; en muchas ocasiones, Henry se contradecía u olvidaba detalles importantes de los asesinatos y entonces algún encargado del orden se lo "recordaba"; después del arresto de Otis, la policía permitió que los dos criminales mantuvieran contacto telefónico en numerosas ocasiones, logrando así que las versiones de ambos fueran idénticas; además, varios de los asesinatos ocurrieron en extremos opuestos del país con pocas horas (y a veces minutos) de diferencia. Pareciera que los oficiales estaban deseosos de cerrar todos los casos sin resolver del país y Henry Lee Lucas se hallaba ávido de confesarlos, pues nunca en su vida había recibido tanta atención. De hecho, durante y después del juicio donde fue sentenciado a la pena capital, Henry asumió el papel de celebridad, disfrutando de ello.
No obstante, la pena de muerte no llegó a cumplirse, pues el ese entonces gobernador texano, George W. Bush le conmutó la pena por prisión de por vida (misma sentencia que había recibido Otis durante los juicios). En Marzo del 2001, Lucas falleció de causas naturales tras pasar dos días internado en la enfermería. Toole había fallecido de cirrosis en 1996.
Se ignora cuántos asesinatos habrá cometido en realidad; los únicos comprobables fueron los de su madre y Becky. Pero lo cierto es que Henry ha pasado a ser, en el imaginario colectivo al menos, el mayor asesino serial de la historia. Tanto así, que en 1986, el cineasta John McNaughton lo inmortalizó en la película de culto: Henry, retrato de un asesino. Además, en 1996, la banda Nick Cave and the bad seeds, compuso en su honor la canción "Henry Lee", la cual forma parte de su célebre disco Murder Ballads. Aquí dejo el video de dicha canción:

3 comentarios:

Karla dijo...
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Karla dijo...

Además de enfermos, condenadamente feos los dos... Tristes sus infancias, injustificables sus actos adultos.

Anónimo dijo...

una realidad de todos los días en este mundo y cada vez mas... deberían, realizar una nueva versión 2012 de HENRY LEE, con nuevos y buenos actores mas la buena música de Nick Cave...para entre lo profundo del remover una manera futuros trastornos, se pueda consientizar sobre las vidas que hoy hacen desaparecer personas que vienen mal y necesitan un control preciso, adecuado y justo como a tiempo del o los entornos donde estamos viviendo... de verdad una historia para conocerla, asimilar, y mas... una verdad que genera solo precaución y muchos sentidos abiertos a la hora de salir al mundo hoy...(lo desalmado, esta por todos lados)