Acrofobia: Se trata del miedo a las alturas, no simple vértigo sino un temor que ocasiona ansiedad a quienes lo padecen. La fobia suele manifestarse en situaciones tales como las de asomarse a un balcón, estar en un mirador elevado o junto a un precipicio. Al igual que sucede en otras fobias, aquellos individuos que la sufren buscarán evitar la situación temida.
Aerofobia: Se trata del tan común miedo a viajar en avión (de hecho, se calcula que sólo el 5% de los pasajeros abordan el avión sin temores de ningún tipo). Sin embargo, las personas que padecen de esta fobia no experimentan sólo una ligera inquietud en el momento del aterrizaje y del despegue, sino que en ocasiones las fobias les impiden planear siquiera un viaje de este tipo, o les ocasionan trastornos de ansiedad ante la perspectiva de un futuro viaje, incluso meses antes de llevarlo a cabo.
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Agorafobia: Se trata del miedo a los espacios abiertos, y es un trastorno más común entre las mujeres que entre los hombres. El agorafóbico teme todo aquel lugar donde no se sienta “seguro” o no pueda “recibir ayuda”. El que presenta este tipo de trastorno suele refugiarse en su hogar y rara vez sale, ya que en esas ocasiones experimenta una gran ansiedad. Es la fobia que motiva más a menudo consultas a especialistas.
Allodoxafobia: Miedo a las opiniones de los demás
Apeirofobia: Miedo al infinito
Aracnofobia: Se trata del miedo a las arañas. Se calcula que la mitad de las mujeres y el 10% de los hombres padecen esta fobia en algún grado. Las reacciones de estas personas resultan exageradas para los demás, e incluso para los mismos afectados. Éstos procuran mantenerse apartados de los sitios en donde pueden encontrarse arañas, o donde han visto telas de araña. En los casos más serios, el pánico puede ser detonado incluso al ver una fotografía.
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Araquibutirofobia: Miedo a las cáscaras de los cacahuetes
Autofobia: Miedo a uno mismo
Bogifobia: Miedo al hombre del saco, el monstruo del armario
Brontofobia: Son comunes las fobias que involucran elementos climáticos o determinados fenómenos meteorológicos, y éste es el caso de la brontofobia. Consiste en el miedo extremo ante los rayos y truenos de las tormentas. Alguien con esta fobia estará alarmado tanto antes como durante las tormentas, y en casos extremos, padecerán los síntomas de la ansiedad. Incluso puede verse afectada su vida social, ya que su planificación de actividades depende del pronóstico meteorológico, y pueden llegar a faltar al trabajo o modificar sus hábitos debido al clima.
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Cacofobia: Miedo a la gente fea o a la fealdad de uno mismo
Caliginefobia: Miedo a las chicas guapas
Carcinofobia: Se trata del miedo a contraer cáncer. Es uno de los temores más comunes desde el momento en que la mayoría de los adultos siente aprensión ante la posibilidad de manifestar esta enfermedad. Sin embargo, en el caso de los fóbicos, se trata de un miedo muy antinatural, ya que demostrarán temerle a cualquier síntoma físico negativo, asociándolos todos a síntomas de la enfermedad.
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Catisofobia: Miedo a sentarse
Chamainofobia: Miedo a Halloween
Cipridofobia: Miedo a las prostitutas
Claustrofobia: Al contrario que la agorafobia, este trastorno implica el temor a quedar confinado a espacios cerrados. Se estima que entre un 2 y un 5% de la población padece esta fobia. Estas personas suelen evitar los ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas, hasta las puertas giratorias les pueden presentar dificultades, así como también el uso de equipos para técnicas de diagnóstico médico como el TAC.
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Colpofobia: Miedo a los genitales
Consecotaleofobia: Miedo a los palillos chinos
Cromatofobia: Miedo a los colores
Crometofobia: Miedo al dinero
Dextrofobia: Miedo a los objetos a la derecha del cuerpo
Dutchfobia: Miedo a alemanes y holandeses
Eisoptrofobia: Miedo a los espejos
Emetofobia: Se trata de la fobia al vómito o a vomitar. Hay personas que sienten más que una simple aversión hacia el acto de vomitar, y que incluso cambian sus hábitos alimenticios y sociales en consecuencia (por ejemplo, evitar ir a comer a restaurantes por temor a que la comida que le sirvan allí les siente mal al estómago). Si bien sólo en casos extremos se considera fobia, se calcula que el 6% de la población siente temor de vomitar.
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Epistemofobia: Miedo al saber y al conocimiento
Escatofobia: Miedo a la mierda
Ecofobia: Miedo al hogar
Efebifobia: Miedo a los adolescentes
Escriptofobia: Miedo a escribir en público
Espermatofobia: Miedo al semen
Estasifobia: Miedo a estar de pie
Fagofobia: Miedo a comer
Falofobia: Miedo a una erección
Fronemofobia: Miedo a pensar
Genufobia: Miedo a las rodillas
Hagiofobia: Miedo a los santos
Hobofobia: Miedo a los vagabundos
Kinesofobia: Miedo al movimiento
Macrofobia: Miedo a las largas esperas
Micofobia: Miedo a las setas
Mixofobia: Miedo a juntarse con gente diferente
Necrofobia: El miedo a la muerte es algo natural e instintivo en el hombre, posiblemente porque la muerte es lo desconocido. Además, se asocia la muerte con los padecimientos que la preceden, dolor, sufrimiento, etc. Sin embargo, algunas personas padecen de una verdadera fobia a la muerte y a los seres muertos.
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Nostofobia: Miedo a volver a casa
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Onirogmofobia: Miedo a los sueños húmedos
Optofobia: Miedo a abrir los ojos
Ostraconofobia: Miedo al marisco
Panofobia: Miedo a todo
Parascevedecatriafobia: Miedo al viernes 13
Rabdofobia: Miedo a las varitas mágicas
Sarmasofobia: Miedo a los juegos eróticos
Socerafobia: Miedo a los suegros
Sociofobia: Se trata de un persistente e intenso miedo a ser juzgado negativamente en situaciones sociales. Es una fobia de las más comunes entre adolescentes y jóvenes, se calcula que cerca de un 4% de las personas entre 18 y 55 años la padecen. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las fobias, esta fobia social es igualmente común en hombres y mujeres.
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Tetrafobia: Miedo al número cuatro
Uranofobia: Miedo al paraíso
Xenofobia: Rechazo u odio a los extranjeros
Xirofobia: Miedo a las navajas de barbero